Una cooperativa aborigen certificó tintes vegetales con el apoyo del INTI
Una cooperativa textil de Formosa, que nuclea nueve comunidades aborígenes, logró validar más de 33 colores de tintes vegetales e incrementar su ganancia anual a 300 mil pesos en 2012.
Lo logró con asistencia tecnológica del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
El ingeniero Horacio Alvarez, del Centro INTI-Textiles, explicó que la cooperativa “tenía una serie de colores que no estaban bien aplicados entonces al lavarse, exponerse a la luz o frotarse, se desteñían».
«A partir del estudio de las recetas algunas fueron modificadas y se volvieron a ensayar para medir la solidez del teñido al lavado, la luz o frote», dijo el especialista, y agregó que lograron encontrar nuevos colores a los mismos colorantes.
Por su parte, el ingeniero Darío Vergara relató que «los artesanos no calentaban la corteza de los frutos para separar los tintes. Esto afectaba al proceso de teñido y a la impregnación del tinte en la tela».
«Esto se modificó y se sugirió la incorporación en pequeñas proporciones de aluminio, cobre, hierro, estaño, para mejorar las recetas; también se utilizaron mordientes para preparar la fibra antes del teñido y así garantizar una mejor absorción», explicó.
El INTI se incorporó al proyecto a fines de 2010 y a partir del conocimiento de los modos de obtención de los tintes y del intercambio de conocimientos, se logró validar las recetas que fueron transmitidas de generación en generación a lo largo del tiempo por los miembros de la comunidad.
En una segunda etapa, se buscará la inversión en equipamientos para montar un centro de servicio para la comunidad, donde funcionará un laboratorio para certificar la calidad y el teñido del producto.
La producción textil -a partir de fibras de cháguar o lana- y su tinción son realizadas por las mujeres y constituyen la base de su economía, señaló el INTI.
El objetivo a mediano plazo es que las propias mujeres aprendan a evaluar sus producciones con parámetros de alta calidad y generar una mayor satisfacción en el cliente. En la actualidad, este proyecto ha logrado crear 54 puntos de ventas en todo el país y continúa creciendo.
El INTI continúa avanzando en paralelo en un proyecto de agregado de valor del cháguar, una fibra vegetal utilizada por las comunidades para elaborar indumentaria.